Mayo es un mes precioso, no
sólo por la experiencia de Dios en la belleza de la naturaleza, no sólo porque
empieza a hacer buen tiempo, no sólo por eso, sino fundamentalmente porque
mayor empieza por "M", igual que MARÍA e igual que MADRE.
El domingo celebramos el día
de la Madre. Siempre he oído y escuchado que es un día creado por los centros
comerciales, que es un día para comprar y regalar … Y puede ser, pero sí es
eso, es en parte por nuestra culpa que llegamos a quedarnos en eso y no vamos a
lo esencial: nuestra Madre.
Más allá de regalos, consumismo…
Encontramos las palabras, que en mi caso cuando se refieren a mi Madre, se
suelen quedar cortas; pero aun así quiero decirlas. Porque no porque las cosas
sean insuficientes no hay que expresar las.
Lo que siempre me sale en
primer lugar es GRACIAS, por darme la vida, cuidarme, educado en pie,
acompañarme, entenderme los respetar ni selecciones y decisiones. Gracias por
ser como eres, de ti y de tu forma de ser y actuar de aprendido SIEMPRE y sigo
haciéndolo. Tú fortaleza y tu sonrisa en el caminar diario hacen que mi camino
sería más feliz me veía muy acompañado por ti y aun en la distancia física.
Después de darte las gracias
a ti, doy gracias a Dios por ti y por haber nacido de ti. A Él le pido que te
siga bien diciendo y protegiendo.
El vínculo que se establece
entre las madres y los hijos, creo que es un vínculo, una relación única y no
comparable a ninguna otra; siendo esta mi opinión y experiencia, tanto en mi
persona como a mi alrededor.
Cuando me refiero a este vínculo hago referencia a
que fue ella, mi madre, la que me llevó, alimentó y protegió, dentro de sí
misma, con su propio cuerpo. Es por ella por la que vine al mundo, una vida
creada por Dios y gestada en mi madre. Es de ella de quien escuché las primeras
palabras y quien me siguió alimentando y cuidando, junto con mi padre. Luego
crecí y siempre ha estado a mi lado, de una u otra forma educándome y haciéndome
ver lo que soy y lo que valgo. Es ella, mi madre, la que se sacrifica y acepta
mis decisiones y elecciones. Es ella, mi madre, la que también pone su
confianza en el Señor y me acompaña en el camino de mi vocación. Es ella, mi
madre, la que me regala momentos y sonrisas únicas cada vez que voy a casa. Es
ella y son muchas más.
Cada hijo tiene una madre y
por los hijos, se conocen las madres y pude ver el domingo, en cada
felicitación, UN GRACIAS MAMÁ. Todos damos gracias por ellas y por lo que de
ellas hemos aprendido. Con sus errores y aciertos, nos educan, nos acompañan y
sobre todo nos quieren por encima de todo.
Hoy quisiera rezar por mi
madre y por todas las madres del mundo, para que imiten a María, ejemplo de
madre y sean fieles a la responsabilidad asumida en la maternidad.
¡¡Madres!! Sed felices con vuestros hijos, sed ejemplo de
amor y de unión en el matrimonio.
¡¡Hijos!! Sed respetuosos, sed agradecidos, sed
confiados.
¡¡Maridos!! Sed cariñosos, valorad, respetad y amad a
vuestras mujeres.
Me gustaría terminar con la
oración que dirigió el Santo Padre Francisco por las familias. Solo te pido una
cosa, a ti que lees: únete a la oración y hazlo con confianza.
“Jesús, María y José,
en ustedes contemplamos
el esplendor del amor verdadero,
a ustedes nos dirigimos con confianza.
Sagrada Familia de Nazaret,
haz que también nuestras familias
sean lugares de comunión y cenáculos de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.
Sagrada Familia de Nazaret,
que nunca más en las familias se vivan experiencias
de violencia, cerrazón y división:
que todo el que haya sido herido o escandalizado
conozca pronto el consuelo y la sanación.
Sagrada Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
pueda despertar en todos la conciencia
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchen y atiendan nuestra súplica. Amén”
Hasta pronto y GRACIAS!!