25 de marzo de 2014

Gracias María. Gracias Hijas de la Caridad


Hoy la iglesia celebra la solemnidad de la Anunciación del Señor. En este día celebramos y nos alegramos por el SI de María. Un si generoso, humilde, confiado; ¿con dudas? Seguro, ¿de verdad? También. Era un sí que salía de lo más profundo de su interior, allí donde resonaban las palabras del ángel.

María ante la experiencia de Dios que la llama a dar la vida al más humilde siendo el más grande nacido de mujer, a traer al mundo al hijo de Dios, a concebir y dar la vida al Salvador del mundo; María ante la propuesta por parte de Dios, de su plan, tiene que responder y la respuesta que puede dar es un sí o un no.

La respuesta es una respuesta libre, Dios ante todo deja libertad para escuchar, responder, equivocarnos y rectificar. María dice sí, pudiendo decir que no, dice si. Ante la experiencia de Dios que tiene, ella responde sí, se fía de Dios y acoge en su seno a Jesucristo, Hijo de Dios.

Así como es fundamental ver la libertad de María para responder también lo es la capacidad de fiarse de Dios tras experimentarle. El que María diga SI, pudiendo decir que no, añade detalles al sí de María. Es un sí que es suyo pero generoso ya que regala al hijo de Dios, con dudas pero confiado, temeroso pero lleno de Dios y por lo tanto valiente, un sí a concebir a su hijo pero también para el mundo, un sí a solas pero que hoy acompaña a la Iglesia como modelo… En definitiva es un sí que se entrega, alegre y feliz.

En este día tan importante, las Hijas de la Caridad renuevan sus votos, ellas también dicen sí al plan que Dios las propuso y ellas aceptaron, fiándose de Dios.
Es fácil para mí escribir sobre las Hijas de la Caridad porque desde los cuatro años las conozco, desde los cuatro años (sin tenerlo en cuenta entonces) vi su vivencia del Evangelio y su dedicación a los demás, su atención, generosidad y cariño.

Las Hijas de la Caridad llevan en sus vidas el Evangelio de amor de Jesucristo y lo viven de forma particular: al estilo de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Con el tiempo, uno reflexiona y lo que de niño yo veía como un trabajo, como una obligación…de las hermanas en el colegio, ahora puedo decir, porque así lo he experimentado, que todo lo que hacían, hace y seguirán haciendo, día a día, no es más que un si diario y silencioso al plan o a la llamada de Dios a cada una de ellas.

Podría ir una una por una dando las gracias a tantas Hijas de la Caridad como conozco, pero no lo haré, pero sí que aseguro un recuerdo especial en mi oración, por la compañía de las Hijas de la Caridad en general y por las más cercanas, que han marcado mi vida y ayudado a encontrar y responder a mi propia vocación y que me acompañan a lo largo de ella. No dejo de tener un recuerdo especial por todas aquellas que ya han partido a la casa del Padre y gozan de la gloria eterna.

Gracias a TODAS, que Dios os conceda la gracia para ser fieles a Él, para vivir vuestra vocación al estilo de San Vicente y de Santa Luisa. También le pido que os conceda vocaciones, mujeres entregadas, fieles y generosas.

A ti, qué me has leído, te pido que reces conmigo por las Hijas de la Caridad y su sí diario, un sí que renuevan oficialmente todos los 25 de Marzo. Yo te aseguro mi oración por ti y por el deseo que tengo que imitemos a María en sus actitudes.

Hasta pronto...

23 de marzo de 2014

Retirarse para mirar y experimentar


Después de un día de retiro comunitario, me gustaría reflexionar sobre el sentido de retirarse, que en ningún caso es alejarse-abandonar-dejar de lado...

Retirarse lo concibo de forma distinta. Para mi es darle una mirada nueva, mirar con otros ojos, darle una perspectiva distinta...no es nada mas que mirar a través de Cristo todo lo que me sucede, todo lo que se me ofrece y regala día a día.

Muchas veces nos (me) olvidamos a causa de las prisas, del ruido, del hacer, del ir, del venir... de lo verdaderamente importante: que Cristo y su Evangelio, sean los que dirijan, inspiren...nuestra vida.

Creo que es fundamental y muy importante que tengamos momentos de retiro. Una buena forma de retirarnos es cada día buscar unos minutos para poner nuestros ojos en Cristo, mirarle y ver qué quiere de nosotros, qué debemos hacer y así poner todo en Él, que nos ama y cuida.

Esos minutos, al principio serán pocos, deben ir aumentando y haciéndose mas sinceros y mas necesarios. Debemos ir construyendo una relación de confianza total con el Señor. Lo que buscamos, es que cada día podamos poner TODO, bajo la mirada de Cristo que nos llama a hacer algo, a dejar algo...y siempre a ser fieles y felices.

Dentro de este retiro personal que es encuentro con Jesús, es muy importante el silencio, un silencio interior que permita que nuestro corazón este abierto a la comunicación y un silencio exterior que no nos distraiga y nos permita centrar nuestra atención en lo importante y centro de todo: Jesucristo, Hijo único de Dios.

Te invito, de corazón, a que te retires de vez en cuando, pero no para olvidar y alejarte, sino para mirar desde Cristo tu propia vida. Te aseguro que la vida cambia, que eres mas feliz, los problemas y las cosas menos buenas, serán los mismos, pero  contarás con Aquel que dijo: "venid a mi los que estáis cansados y agobiados porque yo os aliviaré" y tendrás una nueva mirada que te ayudará a avanzar y caminar. Y las cosas buenas, mirándolas desde Cristo, se multiplican, te hacen crecer y valorar todo de otra forma. Te animo a que experimentes a Cristo en tu vida.

A ti, que me has leído, te doy las gracias, rezo por ti para que experimentes a Cristo en tu vida a través de una mirada nueva.

Hasta pronto...

19 de marzo de 2014

Padres: sed ejemplo para vuestros hijos

Hoy celebramos la solemnidad de San José, esposo de la virgen María. De este gran Santo, deberíamos aprender muchas cosas, como son, el ser justo, su confianza en Dios y la entrega a sus planes, la capacidad acompañar y de sacrificarse.

 De San José de podemos coger muchas cosas que ayuden a modelar nuestra vida y ponerla bajo la mirada de Dios, un Dios que nos llama y nos pide.

San José coincide con el día del padre, por eso mi reflexión en este momento será sobre los padres.

Al hablar de los padres, en primer lugar felicitar a todos aquellos que tenga la fortuna y la bendición de ser padres.

El ser padre es una responsabilidad la cual se asume cuando se inicia un proyecto de amor abierto a la vida y de ese proyecto de amor nace un hijo. Es una responsabilidad que se asume para siempre o debería de asumirse para siempre.

El ser padre además de una responsabilidad es algo bonito, algo que debe llenar y que debe unir al padre y a la madre en un proyecto común, en común; y aun cuando ese proyecto iniciado con amor, y del cual nace el hijo, se rompa o se separe, el padre sigue o debería seguir siendo padre y el hijo sigue o debería seguir siendo hijo.

Si de verdad el AMOR fue lo que dio lugar a la vida, el amor debe ser lo que reine en la relación de padre e hijo. El vínculo no hace que un padre sea padre y el hijo, sea hijo, sólo el AMOR crea ese vínculo.

En este día rezo por todos los padres, por los buenos para que sigan siendolo y no se cansen de amar y por los que no lo son tanto, para que cambien, conviertan su corazón y lo llenen de amor para con sus hijos y sus familias.

Especialmente pido a Dios que convierta los corazones de los maltratadores. Duele pensar y ver cómo los hijos queda marcado de por vida cuando ven a su padre maltratar a sus madres o a ellos mismos.

Padres: ¡¡¡Sed buenos Padres!!! Que vuestra vida ser ejemplo para vuestros hijos y vuestro proyecto un proyecto común.

Gracias por leerme... y hasta pronto!!

Pedir, buscar y llamar...



El Evangelio que hoy ocupa mi reflexión corresponde al jueves pasado. Creo que es uno de los pasajes más bonitos y que más me hacen interrogarme. Sin duda alguna es un pasaje realmente rico y lleno de oportunidades para cambiar.

La imagen que acompaña esta reflexión recoge el texto, así que en adelante comentaré y me preguntaré en voz alta aquello que resuena en mi interior.

“Pedid y se os dará”

Durante toda nuestra vida pedimos miles de cosas, de favores…en este tiempo de Cuaresma, me pregunto: ¿Qué pido? ¿En quién pienso al pedir? ¿En quién debería pensar al pedir?  En numerosas ocasiones pedimos, pedimos…pero nos olvidamos de los que sufren, de los que claman a nuestro alrededor, nos olvidamos del prójimo y nos convertimos en egoístas. Hay miles de situaciones que reclaman que nuestra oración este presidida por esas situaciones.

Cuando en el Evangelio se dice “y se os dará”, me pregunto: ¿qué pasa cuando lo que se nos da no corresponde con lo pedido? Es una situación que se presenta y la cual solo se entiende si tenemos la confianza puesta en el Señor, en quien sabe lo que necesitamos y lo que verdaderamente es mejor para nosotros.

“Buscad y encontraréis”

Ante esta afirmación me surge la pregunta: ¿Qué busco? Me he dado cuenta que muchas veces me busco a mí, nos buscamos a nosotros mismos en vez de buscar a Cristo en los demás, por ello viene a mí la pregunta siguiente: ¿Busco en todo hacer la voluntad del Señor? Esto me lleva a pensar si yo acudo ante Él para ver qué debo hacer, como hacía San Vicente.
Otra pregunta: ¿Qué cosas ocupan el tiempo de búsqueda?  Y por supuesto me surge la pregunta: ¿cómo busco? Intereses, esfuerzo, superación, voluntad de Dios…¡¡tantas cosas que reflexionar!!

Y dice el Evangelio “y encontraréis” y me pregunto ¿qué he encontrado yo en esta Cuaresma? Pues he encontrado cosas buenas que sin duda debo potenciar, pero también he encontrado fallos, en ellos debo profundizar, debo llevarlos a la oración y pedir a Dios la fuerza para ponerlos bajo su luz y su Evangelio.

Qué importante es emprender en la vida un camino de búsqueda personal, una búsqueda en la que no exista cerrazón por nuestra parte, solo apertura, capacidad para dejarnos sorprender y ganas de avanzar…qué importante es buscar aquello que nos hace felices, a nosotros y a los demás. No nos quedemos en el nosotros, vayamos a los demás, acudamos a la felicidad del prójimo para encontrar la nuestra. Esto nos llevará seguramente a denunciar injusticias, hagámoslo con valentía pero siempre teniendo a Cristo en el centro de TODO.

“Llamad y se os abrirá”

¿Dónde llamar? ¿A quién llamar? Debo llamar al corazón de los demás, debo procurar la apertura de sus corazones. Debo llamar a su corazón y a sus vidas, no para imponer nada, sino para tocar su corazón con la misericordia de Dios que se ofrece a todos. No debemos imponer, sino proponer. Debemos llamar a sus vidas con el ejemplo de las nuestras, debemos ser coherentes y tener a Cristo en el centro de nuestra propia vida para poder comunicar con alegría que somos seguidores suyos.

Que siempre pidamos, busquemos y llamemos, teniendo a Cristo en el centro de nuestra vida, buscando nuestra felicidad en los demás y haciendo en todo la voluntad de Dios.

A ti, que me lees…GRACIAS!! Rezo por ti y por tus intenciones.

Hasta pronto…

18 de marzo de 2014

Familia: regalo que se puede ampliar.


Este fin de semana hemos celebrado aquí, en Salamanca, el día de las familias. Las familias de todos han venido desde distintos lugares para conocer, compartir, celebrar y vivir. 

Hasta aquí lo ocurrido y que me ha servido para reflexionar sobre la importancia de la familia. Me reflexión se apoyara en el modelo de familia que yo he tenido y por lo tanto no pretendo entrar a valorar otros modelos que se proponen actualmente.

Nacemos en una familia, crecemos en ella… Y ante todo vamos conformándonos como personas y aprendiendo. La familia para mí es una institución, actualmente un tanto desprotegida o desvalorizada, pero una institución importante y fundamental y la que, en mi opinión, hay que defender y apostar por ella.

La familia es el lugar en el que se vive (en mi caso así ha sido) o se debería vivir, el amor, un amor generoso y entregado, la confianza total, la generosidad y el compartir, el respeto y el acompañamiento. Es una "función" importante a mi entender el acompañamiento, el acompañar pero con ternura y delicadeza, hay que realizar esa tarea de acompañamiento, la cual implica muchas cosas, entre ellas el corregir y el guiar de alguna forma el camino de nuestra vida cuando lo necesitamos.

Mi familia está formada por aquella en la que he nacido, que es la que Dios me ha dado. Una aclaración es que, familia es quien cumple eso que antes he descrito. El cariño y el amor por la familia se vive con quien lo vive y lo comparte; los demás son otra "cosa", a los que respetar y querer pero de otra manera.

Junto con esa familia que Dios nos regala, nosotros podemos a lo largo de la vida ampliarla, con personas que va más allá de la amistad y pasan a ser eso: familia; familia elegida.

Hoy, en primer lugar quiero dar gracias a Dios por mi familia (madre, hermano, abuela y abuelo, tías y tíos, primas y primos, cercarnos y lejanos), dar gracias por todo lo que he vivido, vivo y viviré y que en cada momento es diferente y especial. En la vida no todos son cosas buenas, alegres y felices, por lo tanto también doy gracias por las imperfecciones, los errores y desilusiones porque de todos y cada uno de ellos he aprendido, me han ayudado a  avanzar y a crecer.

Dar gracias a Dios por la familia que Él me regaló y por la elegida a lo largo del tiempo. Doy gracias porque  en mi familia he aprendido a ver que en la fidelidad está la felicidad. Así que... ¡¡¡a ser fieles a la vocación y llamada de Dios!!!

Junto con la acción de gracias, pido a Dios por todos aquellos que no viven el amor en familia, que en vez de aprender, avanzar y crecer; sufren, lloran, lo pasan mal y les marca de por vida. Hay que pedir por la familia y porque estén fundadas en el amor, el perdón y el agradecimiento.

Un saludo a ti, que has dedicado un tiempo a leerme y te aseguro mi oración por ti y por tu familia.

Hasta pronto...

12 de marzo de 2014

Situaciones que marcan


Ayer ocurrieron 2 cosas que me han hecho reflexionar muchísimo y tener una oración muy profunda. 

La primera era el aniversario del 11M, aquél día me marcó la vida, no entendía como alguien puede ser tan cruel, tan cobarde...tantas cosas... para asesinar a 192 personas, PERSONAS. Personas que eran hermanos, prójimos... no lo entendía y no lo entiendo. 

Algo si he pensado a lo largo de éste tiempo que ha transcurrido y es que cuando ponemos por encima de todo nuestros intereses, de poder, de fidelidad a unos ideales viles y realmente perversos; cuando nos ponemos nosotros y nuestras ideas por encima de todo... llega un momento en el que TODO vale. 

Pero está más que demostrado que NO TODO VALE. No vale matar personas para conseguir objetivos, no vale el terrorismo, no vale que una idea lleve a quitar la vida de otra persona, no vale pensar que unas vidas valen mas que otras, no vale actuar en contra de la paz, no vale que estemos por encima del bien y del mal...NO VALE. 

Debemos rezar, debemos pedir a Dios que se haga la paz, que la paz reine en el mundo, ¿cómo? pues lo primero construyendo nosotros esa paz que buscamos y deseamos. A lo largo de la historia, se nos ha repetido por diferentes personas que seamos constructores de paz, allí donde vivimos, estamos, actuamos... pues comencemos por ahí. 

Este tiempo de cuaresma es propicio para cambiar, cambiar aquellas cosas que no favorecen la paz, armonía y fraternidad. A veces resulta realmente difícil, pero es una obligación para todos como personas que somos y caminamos en la vida en búsqueda de la felicidad. Tanto más es una obligación para quienes somos cristianos. Jesucristo, siendo el centro de nuestra vida, nos obliga a cambiar y remover todo aquello que nos aparte de su Evangelio de AMOR. El amor de Cristo debe llenar nuestra vida y estando la vida llena de amor, de su amor, nada podemos hacer que sea contrario a su mensaje, NADA.

La segunda, la conocí a través de una noticia, la cual informaba sobre la muerte de una niña que participaba en un concurso de televisión. Mi reflexión era sobre lo injusto de esa muerte, sobre el por qué... Para mí la muerte es un gran misterio, un misterio que nos conduce a una nueva vida, una vida en Jesucristo, tras la resurrección. 

Es verdad que cuesta, cuesta mucho en determinadas circunstancias que nos toca vivir, ver a Dios en todas ellas. Sin embargo yo animo a poner la confianza en el Señor, a hablar con Él, a preguntarle, a enfadarnos...todo lo que queráis, pero con una profunda confianza en Él. No es una confianza ciega, es una confianza que depositamos en Aquél que nos ama, que nos cuida y nos protege y ademas SIEMPRE. No es aceptar y seguir, es mas bien, no entendemos, confiamos, nos apoyamos en Él y seguimos adelante. Habrá momentos de dudas, de desconfianza, de no saber y no entender...pero solo si permanecemos unidos a Él, en comunión con Él... el resultado de todo lo vivido será una experiencia de vida nueva. 

Para terminar os pido que recéis como yo lo hago, por las familias de las víctimas del 11M, por las propias víctimas y por los heridos. También rezar por aquella marea humana de solidaridad y de entrega por los demás. Así mismo un recuerdo en la oración por esta niña que ha fallecido, por ella y por su familia para que alcance el consuelo y camine unida hacia adelante.

Un saludo a ti que has dedicado un tiempo a leerme, también rezo por ti y te doy las gracias.

Hasta pronto...

11 de marzo de 2014

11M Oración


Dios todopoderoso y eterno,
de infinita misericordia y bondad,
con el corazón que recuerda, acudimos a Ti.
Escucha nuestra oración,
ten misericordia de nuestro pueblo,
atiende las súplicas de quienes te invocan
en esta hora de recuerdo y emoción.
Te pedimos, Dios de la vida, por las víctimas mortales
de los brutales atentados de aquél 11 de marzo de 2004.
Son hijos tuyos; son hermanos nuestros.
Nunca debían haber muerto en estas circunstancias.
Atiende nuestra oración, Dios de la salud,
por todos los que aún sufren secuelas.
Sana sus heridas, fortalece sus corazones,
llénalos de tu gracia y de tu paz.
Visita, a los familiares de las víctimas.
Son también inocentes.
Reviste con tu manto de misericordia y de amor
las llagas de su corazón y de su alma ateridos.
Te pedimos, Señor de los pueblos y Rey de las naciones,
por España y por todos los pueblos que sufren o han sufrido
el zarpazo de la violencia y del terrorismo.
Príncipe de la Paz, Señor crucificado,
Jesucristo resucitado,
compadécete de nosotros,
intercede por nosotros.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra,
Salud de los enfermos, Consoladora de los afligidos,
Reina de la Paz y de la familias.
Ruega por nosotros.

Amén.

9 de marzo de 2014

A ti, mujer..GRACIAS


Ayer, día 8 de marzo, se celebraba el día internacional de la mujer. Para esta reflexión me apoyaré en un fragmento de una carta del Beato Juan Pablo II a las mujeres, escrita en 1995.

El fragmento dice así: "Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas."

Yo me uno a ese dar gracias a cada mujer, esa acción de gracias a ella por ser ella y a Dios por ella. Cada uno de nosotros tenemos mujeres, realmente impresionantes, que marcan nuestras vidas, mujeres, que de forma generosa y entregada nos regalan desde la vida hasta detalles de vida, de camino, de mirada… caminos de felicidad en los que nos acompañan.

En mi caso, doy gracias por mi madre, desde el primer momento, ella ha estado ahí, está y estará. Las madres... ¿qué mayor expresión de amor? ¿qué mayor semejanza al amor de Dios? Demos gracias cada día por nuestras madres, por sus desvelos, sus sonrisas, sus enfados, sus palabras...por todo lo que hacen. No solo madres, también abuelas. Su sabiduría, su estar ahí, sus cosas de "persona mayor", de todo se aprende y de ellas podemos aprender mucho. Hay que añadir tías, primas... y en mi caso Hijas de la Caridad, todas ellas personas que están en nuestras vidas y con su especial sensibilidad y forma de ver y actuar en la vida, nos aportan, nos dan algo y nos ayudan.

Dar gracias a ellas, por ser ellas, es reconocerles su forma PROPIA de percibir y afrontar la vida, que se hace para nosotros una forma NECESARIA e IRRENUNCIABLE.

Dar gracias a Dios por ellas, es pedirle que las proteja, y pedirle a Él que cambien situaciones-acciones… porque también en el mismo documento citado antes, Juan Pablo II decía: "dar gracias no basta, lo sé. Por desgracia somos herederos de una historia de enormes condicionamientos que, en todos los tiempos y en cada lugar, han hecho difícil el camino de la mujer", y respecto a eso, hay que decir que en nuestras manos, en las manos de cada uno, está el que en nuestro tiempo, en nuestro lugar...el camino de la mujer no sea más difícil, ni sea diferente, sino que sea su camino, el elegido por ella, el camino que Dios le proponga, un camino en la libertad verdadera.

Importante es hablar de María. Ella representa el mejor ejemplo, el modelo de mujer. Los cristianos tenemos la suerte, la gracia, la fortuna…de que Dios contara con una mujer para ser madre de Jesucristo. Ella, María, es un modelo perfecto, de humildad, caridad, respeto, servicio, fidelidad, confianza… ¡qué pena parecerme tan poco a María! Pero, a la vez, que grandeza tenerla a ella, que nos conduce a Jesucristo, que nos muestra el camino hacia su Hijo, que nos mira con dulzura y nos corrige con amor de madre. Gracias, María, por estar en nuestro camino y ayudarnos siempre.

Importante y vergonzoso es que, aún hoy, mueran mujeres asesinadas por sus parejas, mueran en guerras… A María, pidamos por las mujeres del mundo, por todas, especialmente las que sufren violencia, física o psíquica; las que sufren para sacar adelante a sus familias, solas; las que tienen enfermedad; las que lloran; las que ríen… por todas.

Pidamos así mismo por los maltratadores, para que cambien, pidan perdón; por los asesinos para que se arrepientan y pidan perdón; por los que inician guerras, para que reviertan esas situaciones injustas…

A ti, mujer madre, mujer esposa, mujer hija, mujer hermana, mujer trabajadora, mujer consagrada; a ti, mujer… GRACIAS.


Un saludo a ti que has dedicado un tiempo a leer mi reflexión, te aseguro mi oración.

6 de marzo de 2014

Nombrar para aceptar

Hoy es jueves después de ceniza y me pregunto a mí mismo: ¿he aprovechado estos dos días? Vamos recorriendo el camino y vamos reflexionando sobre algunos puntos importantes, hoy, en concreto, el calendario que tan bien esta, propone NOMBRAR, poner nombre a las cruces de nuestras vidas. Es una tarea bastante difícil y ardua, muy costosa, pero a la vez MUY importante.

Creo que es fundamental poner nombre a aquellas cruces que nos acompañan, poner nombre es identificarlas, reconocerlas, saber cuales son y cuantas.

Si permanecen en el "sin nombre", todas mezcladas, sin orden alguno y sin saber identificarlas, no nos ayudan a crecer, no nos ayudan a vivir el camino, solo lo amargan y nos empequeñecen.

 Las cruces, en mi opinión, sirven fundamentalmente para saber cómo somos, cómo es nuestra vida, lo que tenemos que cambiar y lo que tenemos que hacer para crecer, más y mejor; amar, mas y mejor; servir, más y mejor, y así unirnos mas a Cristo y a su mensaje de amor, servicio, humildad...

Cuando yo identifico mis cruces, aquellas cosas que marcan mi vida, las reflexiono, las pienso y las acepto y compruebo que tengo que aprender, más aún, a poner estas cruces en perspectiva, a darles una mirada nueva, a aceptarlas con alegría, poner mi confianza en el Señor.

Por ello termino diciendo: al nombrar, se acepa, al aceptar, se da una nueva mirada, al darle una nueva mirada, uno se alegra y haciendo todo eso, estamos poniendo nuestra confianza en el Señor.

Solo poniendo nuestra confianza en el Señor, podemos alegrarnos, podemos aceptar y podemos ser fieles para ser felices verdaderamente.

Reconozco también, que muchas veces no es fácil lo dicho de poner la confianza en el Señor, pero hay que hacerlo, hay que darle un lugar a Cristo en nuestra vida, ponerle en el centro de TODO, no descargar en Él y no preocuparnos, si no preocuparnos y ocuparnos, pero con Él, en Él...

A ti, que has dedicado un poco de tu tiempo te doy las GRACIAS y rezo por ti y te animo a poner nombre a tus cruces, las aceptes, te alegres y pongas tu confianza en el Señor.

Un saludo y hasta pronto...

4 de marzo de 2014

Aprovechar la Cuaresma


Cuando pienso en la Cuaresma, me doy cuenta de todas las cuaresmas que he desaprovechado o no he aprovechado lo suficiente. 

¿Otra Cuaresma? SI. 

Doy GRACIAS por este tiempo privilegiado a la vez que pido al Señor la capacidad para mirar dentro de mi y convertir a Él aquello que está necesitado de esa centralidad de Cristo.  

La Cuaresma es un camino, una nueva ruta, con la misma meta u objetivo: Cristo. Un tiempo que la Iglesia ofrece o regala para convertirnos, un tiempo para aprovecharlo y un tiempo para caminar en la verdad del Evangelio. 

Son conocidas las actitudes de la Cuaresma: oración, ayuno y limosna, fundamentalmente. ¿Qué sentido tienen cada una de estas actitudes? ¿No deberíamos orar, ayunar de ciertas cosas, practicar la caridad, durante todo el año? Ciertamente, todas y cada una de estas actitudes, tiene que regir nuestra vida, pero este tiempo es propicio para darles un sentido nuevo que a lo largo de la vida podemos perder. Me gusta decir que es tiempo de poner en perspectiva estas actitudes. 

Las prisas, los estudios, el día a día, nos hacen llenarnos de miles de cosas, de miles de "cargas", de miles de momentos...que nos (me) pueden hacer perder un poco el sentido de todo lo que vivimos, olvidarnos de que Cristo es el centro de TODO y vivir un tanto alejados en una rutina o monotonía de la que es difícil salir.

Por eso, es importante, muy importante vivir la Cuaresma y aprovecharla, que no sean otros 40 días, en los que machaconamente nos repitamos las mismas cosas, NO. Que sea un tiempo nuevo para una vida nueva. Por este motivo he elegido la imagen que acompaña mi reflexión. Corresponde al título del mensaje del Papa para la Cuaresma de este año, mensaje que aconsejo leer y meditar.

Reflexionando sobre este gran mensaje, es realmente impresionante como el Hijo de Dios nos enriquece, nos llena, nos da vida y todo desde la pobreza, la humildad y el servicio. Que pena imitarle tan poco y cuantas gracias hay que dar por tenerle a Él y poder mirarle y decirle: Señor, perdóname y ayúdame, quiero ser como tu y quiero cambiar. 

Que difícil es mirarle, reconocerle, pedir perdón, pedir ayuda y querer cambiar. A mi por lo menos me resulta difícil porque es más cómodo seguir igual que hasta ahora y avanzar, pero, ¿es comodidad lo que busco o es fidelidad para ser feliz? 

Sin duda es fidelidad para ser feliz, por lo tanto, espero que estos 40 días, no sean unos días cualquiera, si no que sean días de conversión, de oración sincera, de ayuno de muchas cosas que sobran o no hacen falta, de caridad con los demás, de penitencia, de cambio verdadero y de mirar a Cristo, ponerle en el centro e imitarle.

Te invito a que reflexiones, no con mis palabras, que solamente son una reflexión que comparto, si no con las palabras del Evangelio que nos dicen "Conviértete y cree en el Evangelio" o con las palabras de la imagen: "Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza".

A ti, que has dedicado un rato de tu tiempo a leerme te doy las gracias de corazón y rezo por ti y por tu vivencia de la Cuaresma.

Hasta mañana... 

Maestro bueno...

«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Esta pregunta que dirige a Jesús un joven en medio del camino me acompaña en mi vida y vocación. Lo primero que destaco es que Jesús se para a escuchar, muestra con ello esa disponibilidad total, ese estar ahí siempre.

Es una actitud fundamental: la disponibilidad. No es tanto el decir lo que creo, el hacer lo que creo... si no el estar disponible para el otro, para lo que necesite, pida... no es lo que yo quiera, sino lo que el otro necesite. Algunas veces será estar a la escucha, otras será llorar y acompañar, otras reír y disfrutar...pero siempre disponible.

La segunda cosa que me impacta es la forma en la que se dirige el joven a Jesús, Maestro bueno.

Hablemos con Él, dirijámonos a Él, con confianza de amigo, al hablarle digámosle lo que nos pasa, lo que nos ocurre, lo que sentimos... Maestro bueno, me pasa tal, me pasa cual...tengo esto o lo otro...
Y añade el Evangelio: mirándolo con amor...

No tengamos miedo de hablarle y contarle, no nos señala, no nos juzga, nos mira con amor y nos hace ver lo bueno y lo menos bueno, pero con amor. Nos mira, lo hace con amor y nos ama. Esto me invita a mí a dirigirme a Él, confiado en su mirada de amor, pero también a imitarle en la mirada, a no juzgar, a no señalar, sino a mirar con amor a los demás a quien Jesús mira de la misma forma.

Es difícil, muy difícil, pero hay que intentarlo. Una propuesta de conversión, cerca ya la cuaresma, mirar con amor a TODOS.

En tercer lugar, Jesús muestra al joven su plan, un plan que seguramente el joven no tendría en la cabeza, pero Jesús, habiéndolo mirado con amor le dice: “una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo”.

     Esto me lleva a fijarme en el plan de Dios para mí, reflexionar, meditar… ¿qué quiere Jesús de mí, de mi vida? No es una pregunta fácil de responder, pero si necesaria para ser feliz y caminar en verdad. No podemos estar toda la vida dando “tumbos”, debemos pararnos y pensar: ¿qué quiere Él de nosotros? Solo quien es fiel, es feliz, porque con fidelidad, hay felicidad. Fidelidad a su proyecto, fidelidad al plan de Dios, ser capaces de mirar más allá de nuestros gustos, apetencias, caprichos, mirar más alto, mirar mejor, mirar para crecer en fidelidad y felicidad.

Y le hace una invitación: “sígueme”

No se conforma con pararse, estar disponible, escuchar, mirar con amor, proponer un plan, su plan; Jesús va más allá y le invita a seguirle. No tengamos miedo de seguir a Jesucristo, no lo tengamos. Sigámosle con valentía, en los diferentes caminos de realización de la vocación, hagámoslo con confianza, valentía y amor. No nos quedemos a medio camino, entreguémonos a esa felicidad constante que da el saberse llamados a algo concreto.

Hoy mi oración es por todas las personas que han encontrado y discernido su propia vocación, bien sea al matrimonio, a la vida consagrada… para que sea fieles a ella y caminen en verdad. También es una oración por las que no la han encontrado, por los que buscan y no encuentran, para que abran su corazón y su vida a Jesús, poniéndole a Él en el centro de todo, descubran su camino y la forma de ser felices, siendo fieles.

Hasta pronto…

Te saludo a ti, que has dedicado un rato de tu tiempo a leerme, mi oración por ti, por tu vocación.

2 de marzo de 2014

EL MOTIVO Y PRIMERA RELEXION


El motivo de casi todo, suele responder a la pregunta ¿por qué? y es verdad que la primera pregunta que me he hecho ha sido esa, pero no he encontrado mas respuesta que por que creo que debo hacerlo. Inmediatamente me ha salido una pregunta más importante y es ¿para qué? y a esta pregunta, si he encontrado una mejor respuesta. Lo hago para compartir mis reflexiones, para dar mi opinión en temas que van surgiendo y aprender de los que comenten, ver otros puntos de vista y hacerlo de forma más pública, mas moderna...

Claro esta, por el título que mi forma de vivir es de acuerdo a Jesucristo, a su Evangelio y dentro de la Iglesia Católica, y me siento orgulloso que así sea. Sin embargo, eso no quiere decir que este blog sea solo para personas que compartan mi forma de vivir, NO. Este blog pretende ser una herramienta, por la cual yo comparta mis reflexiones y puntos de vista, pero abierto, SIEMPRE, a todas las formas de pensar, siempre que se manifiesten con respeto.

El título refleja una convicción profunda que yo, personalmente, tengo, y que se vino a confirmar hace unos días en la Eucaristía que tenemos diariamente en el seminario. Tras escuchar en el Evangelio: "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre", medité la necesidad que hay en el mundo, en este caso en las familias de vivir con los ojos puestos en Cristo y en su mensaje de AMOR.

Cuando en una familia se vive esa centralidad, cuando en una familia reina un AMOR total y las palabras permiso, perdón y gracias, son utilizadas con frecuencia, la familia avanza y camina, unida y plena. Lo que Dios ha unido, nada, ni nadie, debería separarlo. No deberían producirse las situaciones que llegan a justificar esa separación de lo unido por Dios y que tanta repugnancia me crean, no debería existir el maltrato, ni el adulterio, ni tantas otras, si existe un amor profundo, NO se deben dar esas situaciones.


Por eso, en esta ocasión, rezo por las familias del mundo, para que vivan un amor profundo y puro. Rezo por cada mujer maltratada para que no aguante, para que denuncien y retomen el camino de una vida libre, plena y feliz. Rezo por los hijos, que disfruten de familias unidas y llenas de cariño y atención.

Hasta la próxima, no será dentro de mucho...

Un saludo a ti, que lo has leído y anímate a comentar, por supuesto, mi oración también es por ti.